Los domingos en familia de mi infancia se caracterizaban por un ritual que no se modificaba prácticamente nunca. Y si se modificaba era dentro de los rangos permitidos por la disposición social regente (o sea, mis viejos). Por lo tanto era despertarse, ir a comer el asado a la casa de mis abuelos, volver a las 15:00 hs a la casa materna para preparar la canasta con el termo de agua caliente y las facturas. Y luego a las cuatro de la tarde, subir al auto para buscar a mis abuelos e ir a dar la “vuelta del perro”.
Y siempre era igual, primero dar una vuelta por la villa balnearia, luego pasar por el Lago de los Cisnes, para volver por la avenida 2 hasta la escollera, done se tomaría mate (café mi abuelo) y se comerían las facturas mirando el mar y escuchando los partidos por radio.
Y aunque eran extremadamente aburridas estas salidas, eran lindas, porque te daban calor en el alma.
Volvamos igual al origen de este post, el Lago de los Cisnes.
El Lago de los Cisnes de Necochea es un lago artificial ubicado sobre la avenida 2, a pocos metros de la intersección con avenida 103.
Enmarcado por la playa y el parque Miguel Lillo, este lago artificial nos permite apreciar distintos tipos de aves acuáticas, dando un marco natural en el cual se aproximan diferentes especies.
Para disfrutarlo, el Lago de los Cisnes de Necochea puede ser recorrido en bicicleta acuática o por su senda peatonal. Cuenta también con instalaciones como kiosco, baños y espacios para tomar sol, descansar y pasar una tarde en familia acompañado de la naturaleza.
Además el El Lago de los Cisnes de Necochea cuenta con un mini-zoo, con animales como, cabritos alpinos, aves de corral exóticas, conejos, ovejas, chivos, pavos reales, faisán, gallinas, chanchitos de la india, tortugas de agua, y diferentes especies de aves acuáticas y terrestres.
Hermoso para conocer y disfrutar.
Muy lindo!!!.,,,
🙂