La Bendita Auditoría

Parece mentira que en el nivel de estructura que nos manejamos tengamos que seguir siendo miedosos con respecto a las auditorías informáticas.

Y me refiero en específico a cuando Microsoft te toca la puerta de tu empresa y te dice: “a verrrrr… tenés todo en tiempo y forma”. Si soy una empresa seria, deberá ser que cada producto instalado en cada pc tenga su licencia legal corporativa, o en su defecto ser software libre.

Pero, y acá tenemos muchos peros, dentro del ambiente argentino empresarial  pasan muchísimas cosas. La primera de ellas viene de la mano de no exigir al vendedor de los equipos la documentación original de dicho equipo que estamos adquiriendo, o en otras palabras, es como ir a comprar un auto, pagarlo, y sacarlo a la calle; mientras que el título de propiedad del mismo queda en manos de la agencia. Cuando te pare la policía le deberás decir: -Disculpe Sr Oficial, los papeles los tiene Juan Monchoto, de la Agencia de Autos Te Garco. –

Pero claro, a nadie se le ocurre salir a la calle sin el auto correctamente patentado y demás (hablo de personas honestas, no de ustedes, je).

Esto muchas veces pasa simplemente por querer ahorrar dos mangos, y por la ignorancia de no querer reconocer que no sabemos. Los pecados se dividen tanto en el comprador como en el vendedor (que no sería raro que use el mismo windows en TODAS las máquinas que instala).

Otras tantas ocurre que se compra todo en las formas correctas, pero el comprador, nuestro empresario, no guarda estas boletas porque considera que no tienen importancia a futuro. Error. Como cualquier documentación con un  ápice legal, debemos pedirla y conservarla. Es como cualquier factura, con la diferencia que este tipo de licencias no caduca.

Luego está la enfermedad crónica de aquellas personas que se encargan de ensamblar y configurar una computadora, quienes muchas veces pecan de utilizar la misma licencia en todos los equipos por ser fiacas, por ahorrarse el estirar el brazo al estante donde están las cajitas, o hasta por desgano de abrir el email donde viene el detalle de las licencias adquiridas en caso de que sean paquetes para instaladores oficiales.

Ahora, el día que llega la bendita auditoría, todos quieren correr a acomodar las cosas, algo que físicamente es imposible. Como si nos fueran a quemar en hogueras cual herejes o brujos de la época inquisidora. Llega el auditor y sale el gerente/jefe/encargado o similar de sistemas a comprarse pañales.

Si las cosas están mal hechas, imposible que  pases la auditoría, lo mejor ahí es hacer un mea culpa y tratar de arreglar todo como debe ser. La predisposición, siempre baja el cargo, porque el auditor por lo general te da el tiempo necesario.

Al fin y  al cabo, si las cosas están mal, simpelmente te hacen una multa de … 300u$d. Si, trescientos dólares…

¡Qué mal estamos!

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